La Sierra de Cádiz, ocupa la zona nororiental de la provincia, limitando al norte con la SierraSur de Sevilla, al este con la serranía malagueña y al oeste con la campiña perteneciente ya al término municipal de Jerez de la Frontera.
La principal característica geomorfológicade la Sierra gaditana es su acusada variedad y contraste. La heterogeneidad litológica y estructural de la propia provincia de Cádiz, lógica consecuencia de los procesos geológicos que durante el devenir de los tiempos han tenido lugar en la región, han ocasionado no sólo una amplísima variedad morfológica, sino una riqueza paisajística difícilmente igualable en un área que es relativamente pequeña.
Si a todo esto unimos su excepcional riqueza botánica y faunística, entenderemos que haya dado lugar a que en la Sierra se hayan declarado dos Parques Naturales, el «Parque Natural de la Sierra de Grazalema» y el «Parque Natural de los Alcornocales». El primero de ellos, declarado como “Reserva de la Biosfera” por la Unesco en 1.977 por sus valores faunísticos, la singularidad de su vegetación y lo escarpado de su relieve, fue también el primer Parque Natural declarado por la Junta de Andalucía tras asumir sus competencias en la materia. Este parque acoge uno de los escasos lugares del sur de la península donde crece el Abies Pinsapo, conífera considerada como una auténtica reliquia botánica de la edad glacial.
En el abrupto relieve de la Sierra de Grazalema, por ejemplo, destacan las cumbres más altas de toda la provincia. Estos macizos montañosos están formados fundamentalmente por materiales calizos jurásicos y liásicos (Secundario), que reposan sobre areniscas, margas y yesos del Keuper. Por tanto, su origen calizo permite que el número de aguas filtradas en el subsuelo sea muy abundante, a lo que se suma su excepcional régimen pluviométrico (el más elevado en precipitaciones de la península debido a un curioso fenómeno geográfico y atmosférico) que termina conformando una amplia red hidrológica que en su mayor parte desemboca en la cuenca del Guadalete. En él se inscriben los términos municipales de Grazalema, Zahara de la Sierra, El Gastor, Villaluenga del Rosario, Benaocaz, Ubrique, El Bosque y Prado del Rey.
Su elevada pluviosidad (hasta 2.300 litros / m cuadrado) y su régimen eólico ha transformado el sustrato calizo y ha favorecido la formación de un paisaje kárstico de excepcional belleza con formas espectaculares derivadas de la erosión de este material. Al agreste relieve se une la presencia de infinidad de cuevas y profundas simas, que convierten a la comarca en el paraíso de los espeleólogos.
En detalle, podemos decir que dentro de lo que hoy denominamos genéricamente como “Sierra de Grazalema”, se desarrollan un cúmulo de sierras interconectadas y entre las que se inscriben nuestros pueblos más típicos. Por citar algunas de las sierras más importantes, tenemos la Sierra del Pinar y la Sierra del Endrinal en donde se asienta la localidad de Grazalema, la Sierra Margarita, la del Labradillo, y las de Blanquilla, Hinojar y Zafalgar en Zahara de la Sierra; esta última con áreas de gran importancia medioambiental como la Garganta Verde y la Garganta Seca. Al sur del municipio de El Bosque se localiza la Sierra de Albarracín y cerca de Ubrique la Sierra de la Silla. La Sierra del Caíllo contiene la impresionante Sima del Cacao y la Sierra de Líbar acoge en su ladera al pueblo de Villaluenga del Rosario.
Entre las cumbres cabe destacar El Torreón, con 1.654 metros de altitud, así como los picos de San Cristóbal (1.550 m.), el Cerezo, el Reloj, el Simancón, y el Peñón Grande. Igualmente, son destacables otros accidentes geográficos significativos de entre los que sobresale la denominada Manga de Villaluenga, situada entre las localidades de Benaocaz y Villaluenga del Rosario, paraje de enorme interés paisajístico, es realmente un poljé, valle largo y estrecho, de paredes abruptas y fondo plano por el cual no discurre ningún curso fluvial importante, excepto algunos torrentes que drenan hacia la famosa Sima de Villaluenga.
La zona de las Sierras Subbéticas pertenece geológicamente a épocas triásicas y jurásicas también, pero sus alturas son mucho menores que las del macizo de Grazalema-Ronda. Ocupa fundamentalmente los municipios de Olvera, Torre-Alháquime, Algodonales y Villamartín. Son realmente, una serie de pequeñas sierras aisladas, rodeadas de terrenos terciarios que descienden con rapidez hacia el valle excavado por el Guadalete durante el Cuaternario. Las más importantes son las del Mogote de Algodonales, la Sierra de Olvera, el Lagarín junto a El Gastor, la Sierra de las Cabras y la de Pajarete entre otras.
El clima serrano puede ser considerado como de tipo clima mediterráneo templado, modificado por su situación al borde del Océano Atlántico. Posee una estación cálida y seca larga, pero sus particulares características geográficas y proximidad al mar condicionan la existencia de una serie de variedades climáticas, con connotaciones más húmedas en nuestra comarca. Predominan en general las temperaturas moderadas, así como un característico régimen de vientos, alcanzando valores más extremos en las sierras del Nordeste debido a la mayor continentalidad y altitud. Esta moderación de las temperaturas no descarta que en algunos puntos pueden ser muy bajas durante el invierno y muy altas durante el verano, por lo que durante los meses de invierno puede nevar en los puntos más altos y hacer días de mucho calor y sequedad en verano.
Todas estas sierras dan cobijo a una amplia fauna y flora, mucha de ella endémica. Al ya citado Pinsapo, se le unen bosques de encinares, alcornocales y quejigos, a los que se unen los matorrales del sotobosque andaluz y las comunidades riparias en las riberas de los ríos (sauces, fresnos y olmos).
En definitiva, estas peculiares características geomorfológicas y bioclimáticas han configurado este espacio singular, variado, complicado, pero de una gran riqueza paisajística, contando con zonas de importantes recursos cinegéticos y agropecuarios, que han posibilitado su ocupación y explotación por el hombre desde el paleolítico inferior hasta nuestros días.
La comarca tiene una superficie total de 1.998 Km2, distribuidos entre 19 municipios, que totalizan una población de derecho de 116.792 habitantes, una densidad media de 58 habitantes/km2, y una altitud que oscila entre los 164 metros de Puerto Serrano y los 858 metros de Villaluenga del Rosario.